La rapidez extraoficial del conteo rápido

Ecuador utiliza el sistema de conteo rápido diseñado por República Dominicana.

Ecuador utiliza el sistema de conteo rápido diseñado por República Dominicana.

Los resultados electorales, como expresión fidedigna de la voluntad popular, son la base de la legitimidad de todo cargo disputado en unos comicios. Para garantizar esta realidad, muchos países que dependen del voto manual, han recurrido a lo que se denomina conteo rápido o preconteo de votos, que no es otra cosa, que la presentación extraoficial del cómputo de sufragios, en un tiempo prudencial, tras el cierre de las mesas.

Esta práctica se ha extendido, para menguar la incertidumbre ciudadana ante varias de las principales falencias de la votación manual: retardo en la entrega de los resultados, manipulación de actas e inconsistencias en el escrutinio. La ONG estadounidense, Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI, por sus siglas en inglés), refiere que entregar a la población “una proyección altamente exacta y rápida de los resultados electorales reunidos y reportados desde una muestra de mesas electorales puede prevenir el fraude, calmar las tensiones y permitir a quienes asumen cargos como consecuencia de la votación, que lo hagan sobre la base de la confianza pública”.

Los dicho por la NDI es en lo que en teoría persigue el conteo rápido, sin embargo en la práctica, el desarrollo de elaborados mecanismos para violentar los resultados electorales (contrato de empresas con intereses político-partidistas; retraso injustificado para presentar el recuento; selección inadecuada de la muestra de mesas electorales, alteración, alteración de los sufragios escrutados) han desprestigiado esta fórmula comicial, que se basa en el conteo de sufragios a partir de una muestra estadística aleatoria de los centros de votación, para presentar una proyección de los resultados, con carácter extraoficial.

La clave del éxito del recuento de sufragios, es que los circuitos seleccionados para ser escrutados al cierre de las mesas, respondan a criterios estadísticos (método probabilístico y aleatorio) de manera que reflejen la distribución y peso de la población electoral. Es así como la selección y tamaño de la muestra, determinará si el recuento es fiable o no.

Colombia ha sufrido serios problemas con el conteo rápido, al ser efectivo para algunas elecciones, pero muy dañino en otras.

Colombia ha sufrido serios problemas con el conteo rápido, al ser efectivo para algunas elecciones, pero muy dañino en otras.

En Colombia está aprobada esta modalidad, y su uso descubre lo ambivalente de su aplicación, pues mientras en los comicios presidenciales siempre ha permitido conocer resultados preliminares acertados y con celeridad, cuando de comicios legislativos y regionales se ha tratado, la elección de múltiples cargos ha colapsado el sistema, retrasando la presentación del escrutinio y mostrando vicios en el proceso.

Por su parte, en Honduras se usa lo que se conoce como la Transmisión Digital de Actas de Resultados Electorales Preliminares (TREP). El mecanismo se basa en la digitalización de las actas a los fines de ser enviadas a través de Internet con ayuda de los CTX (Centro de Transmisión X), que comprenden una computadora portátil, escáner y módem. Su más reciente uso -noviembre de 2012- develó irregularidades en las empresas encargadas del sistema, y además un retraso inadmisible para un conteo preliminar.

Finalmente, Ecuador aprobó recientemente el Proyecto y Plan Operativo de Conteo Rápido, diseñado por la Junta Central Electoral de República Dominicana. En 2014, se emplearán 1.500 equipos para escanear alrededor de 40% de las actas, las cuales serán transmitidas a un centro de consolidación, a los fines de establecer tendencias y poder anunciar resultados extraoficiales, dos horas después de cerradas las mesas. En este caso, realizar el conteo en una muestra tan amplia, limita el error en la proyección, pues a mayor cantidad de mesas escrutados más exacto es el conteo.

A la luz de esa realidad, la “rapidez extraoficial” de los resultados del conteo rápido muestra un desempeño aceptable en algunos escenarios, pero también problemas de orden logístico y procedimental que atentan contra su razón de ser. Cuando los resultados no son oficiales, se hacen discutibles y cuestionables, y ese es el escollo a ser superado por las naciones que hacen de este mecanismo, su vía para saldar la tardanza del escrutinio manual en las elecciones de orden constitucional (Presidencia, Parlamento, gobernaciones, entre otros).