Las elecciones del 5 de febrero en Ecuador no solo trajeron una nueva vuelta de tuerca de las preferencias políticas de los electores, sino que además se vivieron experiencias que pueden convertirse en una gran oportunidad para mejorar en áreas fundamentales como el escrutinio y el uso del voto remoto para los nacionales residentes en el extranjero.
Los reportes dan cuenta, que en el caso del voto por internet, el modelo usado en Ecuador, tuvo un arranque con interrupción de hora y media por problemas de conectividad entre la páginas de votos y la base de datosen las52 zonas electorales donde se activó. Sin embargo,el Consejo Nacional Electoral logró sortear el escollo y habilitar el sistema para los electores ejercieran el voto.
Durante la jornada, el vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, Enrique Pita, aseguró que la votación telemática se estaba “realizando con normalidad en todo el mundo”, mientras el propio organismo comicial reportó que para el corte del mediodía había “un avance del 50,13% en la participación de los inscritos para esta modalidad”.
La puesta en marcha del voto remoto, y la superación de los problemas que presentó la herramienta al inicio de la jornada, es un hecho que puede ayudar a reforzar su implementación, de manera quedel 25% de cobertura de los ecuatorianos residentes en el exterior, 97.100 de los 409.250 habilitados en el extranjero, se eleve considerablemente su aplicación o alcance a todo el padrón fuera del país.
El informe preliminar de la Misión de Observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) refleja la experiencia del voto remotoy la invitación a afianzar las pruebas de stress y conectividad para garantizar que el sistema no sufra interrupciones. También precisa la necesidad de seguir invirtiendo en tecnología para superar los problemas o incapacidades del sistema de escrutinio y divulgación.
Allí surge el segundo factor que debe ser tomado en cuenta para futuros comicios, la entrega de resultados. Ecuador tiene un modelo de voto manual que no permite presentarel conteo oficial y definitivo el mismo día de las elecciones, por lo que depende de las encuestas a boca de urna para dar números preliminares –que en esta ocasión discreparon del conteo oficial- o esperar que se cuente el 100% de los votos aunque esto tome días.
Por ejemplo, este domingo habían transcurrido cinco horas desde el cierre de las mesas y apenas iban escrutadas 3% de las actas en las principales ciudades del país, Quito y Guayaquil. Incluso pasado un día había circunscripciones sin definir o elecciones sin oficializar por lo complejo del conteo -7 elecciones simultáneas- y lo anacrónico del sistema. Además la página de difusión del CNE, así como la aplicación móvil mostraron rezago entre el avance del escrutinio y los datos reflejados.
La misión de la OEA detalló que mientras todas las plataformas de divulgación de escrutinio “funcionaron de manera lenta y/o intermitente”, e incluso “hubo momentos lo largo de la noche en que no fue posible acceder a los resultados”, el proceso de escrutinio mostró claras deficiencias que deben ser atendidas.
Lo anacrónico modelo de votación y escrutinio quedó reflejado en el informe de la OEA. La misión de observación precisó que “la sola clasificación de las papeletas consumió alrededor de una hora luego del cierre y previo al conteo devotos”, retrasando el escrutinio más allá de lo estimado, atendiendo que se usaron entre 7 y 8 boletas por cada votante.
Además se menciona que la elaboración de actas y los atrasos en la etapa de digitación e identificaciónde las firmas de las actas también contribuyó al escrutinio lento y engorroso.
Ante lo ocurrido, esta misión de observación reconoce la los recursos inyectados y el trabajo del CNE, pero instó a “incrementar sustancialmente los esfuerzos de inversión, modernización y mantenimiento de losequipos y sistemas tecnológicos” para evitar los problemas quesurgieron en esta jornada.