9 países latinoamericanos y Estados Unidos votarán en 2024

2024 llega con un calendario electoral que incluye elecciones en 70 países, abarcando ocho de las naciones más densamente pobladas. Los resultados de estas contiendas afectarán directamente a al menos a la mitad de la población mundial.

En este contexto, América Latina desempeñará un papel protagonista. Un total de nueve países de la región, a los que se suman los Estados Unidos, se preparan para dirimir disputas políticas a través del voto. Asimismo, se vislumbra un escenario de especial relevancia para la tecnología electoral, que será sometida a rigurosas pruebas, dado que se llevarán a cabo votaciones automatizadas y se implementarán proyectos piloto en diversos procesos electorales.

Primer semestre: El Salvador, Costa Rica, República Dominicana y Panamá probarán la automatización electoral

El rally comicial arranca el 4 de febrero en El Salvador con elecciones presidenciales y legislativas. Este país tendrá una doble jornada, ya que además el 3 de marzo realizará comicios municipales. En la primera cita, utilizará por primera vez un modelo de voto electrónico presencial y remoto para sus nacionales residentes en el exterior. El voto por internet inició el 6 de enero y en las primeras 48 horas sufragaron 44 mil votantes.

Sobre este proceso habrá que esperar resultados, ya que la adopción de la tecnología estuvo minada de críticas, por la forma poco transparente como se asignó el contrato, se seleccionó el modelo de votación y se hicieron las pruebas de estrés y simulacros.

También en febrero, Costa Rica (el 4) y República Dominicana (el 18) acudirán a las urnas, ambos para celebrar municipales. El Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica confirmó que hará un piloto de voto electrónico en 10% de las mesas electorales, mientras que República Dominicana tendrá que iniciar el trabajo de recuperar la confianza del electorado y los magistrados del Tribunal Constitucional.

Como se recordará, el máximo tribunal de República Dominicana frenó en 2022 el avance de la automatización por los errores sistemáticos de las autoridades en la implementación de tecnología. Pero ante un nuevo uso de herramientas tecnológicas en el escaneo, digitalización y transmisión de las actas, se espera revertir las restricciones.

Panamá tendrá un piloto vinculante de voto electrónico presencial y también remoto, en lo que será la tercera prueba del modelo automatizado diseñado por el Tribunal Electoral. Las elecciones generales se realizarán el 5 de mayo.

El voto electrónico de Panamá reproduce características ya probadas en otros países. La dinámica es sencilla: los votantes con identidad validada, reciben una tarjeta que activa la máquina de pantalla táctil y despliega las candidaturas para sufragar.

La última jornada electoral del primer semestre la protagonizará México, que cumplirá generales el 2 de junio. En esta fecha el país revalidará el uso del sufragio remoto para sus nacionales en el exterior y ampliará su confianza en la tecnología electoral, al desplegar una prueba vinculante de voto electrónico presencial en 71 casillas especiales distribuidas entre la Ciudad de México y Nuevo León, equipadas con tres máquinas de votación modelo INE 7.0, las cuales podrán atender hasta 1.000 votantes.

Cinco países acudirán a las urnas en el segundo semestre del año

Tras los comicios mexicanos de junio, la región descansará hasta octubre, mes en el que tres países tendrán elecciones, ya que Brasil votará el 6, al tiempo que Uruguay y Chile lo harán en simultáneo el 27.

Mientras Uruguay apenas comienza a debatir el uso de voto electrónico y en Chile cualquier discusión de automatizar está estancada, Brasil volverá a probar la valía de su modelo de sufragio electrónico, el cual está en uso desde 1996 y se ha ido adaptando a las nuevas exigencias y avances de la tecnología.

En los últimos comicios (2022) el rendimiento del sufragio electrónico brasileño fue superlativo: contó los votos y declaró al ganador en menos de tres horas, no registró prácticamente incidencias -apenas se remplazaron 0,72% de las máquinas y solo en uno de los 472.000 colegios electorales se debió votar manualmente.

El 5 de noviembre Estados Unidos saldrá a votar. En esta nación, las comisiones electorales de cada condado son autónomas en la administración del proceso comicial, por lo que cohabitan miles de normativas comiciales y por ende múltiples modelos de votación.

La tecnología es clave en esta nación. Aunque persiste el voto manual en variadas localidades, usan las diferentes tecnologías disponibles, como el Registro Electrónico Directo (DRE, por sus siglas en inglés), que consiste en máquinas de pantalla táctil, en las cuales los electores marcan directamente sus sufragios, y en algunos casos pueden imprimir un comprobante del sufragio.

Además, variados condados han adoptado modelos de Lector de Marcas Ópticas (OMR, por sus siglas en inglés) o de Reconocimiento de Caracteres Ópticos (OCR), que se basa en la tecnología de Lectura Óptica del Voto (LOV), que es una urna con lector óptico o escáner, que se encarga de reconocer la boleta introducida manualmente en la máquina, para registrar los votos emitidos manualmente y procesarlos.

En esta nación asimismo se han implementado tecnologías adaptadas a una zona particular, como es el condado de Los Ángeles, donde el dispositivo ideado permite visualizar la boleta en 18 idiomas, facilita votar en cualquier centro de votación (movilidad) y la pantalla se ajusta para cubrir las necesidades del votante.

El ciclo electoral de la región lo cierra Venezuela, que aún no define fecha, pero se espera que concrete el evento comicial en el segundo semestre usando una tecnología que fue implementada en 2020 de espaldas al país y que en su uso de 2021 apenas convocó al 42% del electorado debido a la desconfianza en el sistema.

Los expertos y las mejores prácticas para implementar tecnología electoral

Implementar tecnología electoral es uno de los procesos institucionales que más puede movilizar opiniones y activar acciones de parte de la clase política y la sociedad civil de un país, por lo que la organización Transparencia Electoral ha incluido en su ciclo de seminarios web una actividad dirigida a las Comisiones Electorales para que conozcan, de primera mano, las mejores prácticas a la hora de automatizar.

El encuentro contó con la participación de la directora de comunicaciones de Smartmatic, Samira Saba; el director del programa de digitalización y democracia de IDEA, Alberto Fernández y el experto en tecnología electoral, Rui Santos. Fue moderado por Jesús Delgado, director ejecutivo de Transparencia Electoral.

Los especialistas desgranaron variadas exigencias al momento de implementar una herramienta tecnológica, coincidiendo en que hay condiciones indispensables para lograr el éxito de la automatización: adaptar y cumplir el marco regulatorio del país; que el proveedor tenga experiencia comprobada; que la tecnología se adapte a las necesidades y características de la nación y que el proceso se dé con transparencia.

En principio, Saba entregó siete recomendaciones: respeto al marco legal, responder a necesidades del electorado, incorporar la voz de distintos sectores, contar con un socio (el proveedor) de confianza, avanzar de forma gradual, aplicar una comunicación y educación eficaz y tener una estrategia clara y coherente.

En su opinión, cuando se habla de tecnología electoral, esta va más allá de las máquinas de votación que suele reconocer el electorado, ya que también contempla herramientas para el registro de electores o de candidatos, el conteo de votos y divulgación de resultados o cualquiera de las fases de una elección.

Partiendo de esta posibilidad, la directora de comunicaciones de Smartmatic y Fernández expusieron que al tomarse la decisión de modernizar el sistema parcial o totalmente, es crucial que el proceso se ajuste al marco legal del país, porque esto será la base de la confianza que se irá edificando a lo largo de la implementación y uso de la tecnología.

En el caso de la experiencia del proveedor, los tres especialistas fueron irreductibles al calificar como una parte “critica” de la planificación electoral la selección de la empresa, porque la misma debe contar con experiencia comprobada en despliegue masivo de procesos comiciales y además tener un historial exitoso de ejecución.

Saba sostuvo que a medida que las elecciones se vuelven más desafiantes, el proveedor está obligado a garantizar la correcta ejecución de los procesos que forman parte de una votación. En ese sentido, el experto electoral Rui Santos agregó que es fundamental escoger una empresa que se adapte a los estándares y procedimientos del país y no al revés.

Sobre la capacidad de adaptación del proveedor, la directora de comunicaciones de Smartmatic aportó que también es vital que “todos los cambios que se hagan y la tecnología que se implemente esté a tono con las tradiciones, valores y expectativas del elector”. En este punto, suscrito por Santos, Saba puso de ejemplo el condado de Los Ángeles en Estados Unidos, donde se ideó una solución de votación enmarcada en el perfil del elector angelino, por lo que el dispositivo permite visualizar la boleta en 18 idiomas, facilita votar en cualquier centro de votación (movilidad) y la pantalla se ajusta para cubrir las necesidades del votante (contraste, color, tamaño de la fuente, entre otros).

Fernández cerró este planteamiento diciendo que cuando se adopta una herramienta tecnológica, la misma “tiene que solucionar los problemas para los cuales se adquirió, ni más ni menos (…) la tecnología solo es buena cuando soluciona un problema que existía previamente”.

Aunado a los factores ya descritos, los tres expositores presentaron otras ideas valiosas para hacer una contratación de tecnología electoral segura y apropiada para los países.

El decálogo de Fernández estuvo orientado a la línea de pensamiento que debe tener la Comisión Electoral. Los tres primeros pasos responden a la necesidad de diagnosticar y comprobar que de verdad se requiere la tecnología, y de ser el caso, no desmantelar el sistema que se venía usando. El cuarto punto es garantizar la confianza del electorado y le siguen legalidad y procedimientos, que la tecnología haga exactamente para lo que se la adquirió, seguridad, transparencia, sostenibilidad e impacto de la compra de la herramienta.

Finalmente Santos tuvo un enfoque general donde destaca la obligación de asegurarse de la capacidad de asistencia técnica y soporte de la empresa; las prácticas de ciberseguridad; las políticas de contratación que tiene, porque manejará información crítica del organismo; procedimientos de respuesta ante fallas y ataques; cadena de suministro de equipos y software y prácticas para la observación electoral efectiva.

Conocidas las recomendaciones, queda demostrado que se debe ser exhaustivo, multidisciplinario y transparente para llevar a buen término una empresa tan compleja como automatizar una fase comicial o todo un sistema de votación. De esto dependerá la confianza del electorado, que será la que al final sostendrá no solo al sistema, sino a quienes resulten electos.

La biometría: herramienta para enfrentar los delitos electorales

Al menos 118 millones de brasileros usan máquinas de votación con identificador de huellas dactilares.

El voto doble y la usurpación de identidad son dos de los delitos electorales que más daño causan a la integridad de las elecciones. Intentar frenar estos tipos de fraudes es una de las tareas que la tecnología ha conseguido con máxima nota a través de la biometría.

Sobre esta herramienta y su uso electoral, debatieron y analizaron Transparencia Electoral y un grupo de expertos de varios países, quienes acordaron que la identificación biométrica en comicios–escaneo de huellas dactilares para corroborar la identidad – es la herramienta ideal para evitar los fraudes asociados a la identidad de los votantes, y además facilitar el registro de los electores.

En el webinar moderado por Jesús Delgado, director ejecutivo de Transparencia Electoral, se destacó que la implementación de tecnología biométrica “ha permitido fortalecer la seguridad del registro de electores y evitar irregularidades”.

Algunos casos que evidencian el éxito de la identificación biométrica en nuestra región son Honduras y Brasil. Gerardo Martínez, codirector de sistemas y estrategias tecnológicas del Consejo Nacional Electoral (CNE)de Honduras, explicó que tras graves problemas en los comicios de 2017, el país se encaminó a modernizar su registro y adoptó una herramienta biométrica que no solo colaboró en evitar delitos electorales al impedir que una misma persona votara dos o más veces, sino que todo el proceso de recopilación de huellas ayudó a depurar el padrón (eliminación de fallecidos) y actualizar los domicilios electorales.

En el caso de Brasil, cuyo voto electrónico consta de una urna con identificador biométrico que al corroborar la identidad del elector es cuando habilita la posibilidad de votar, el uso de la herramienta ha sido un éxito total. En los comicios de 2022, más del 75% del padrón de 156,4 millones de electores, es decir 118.151.926 personas fueron validadas mediante huellas dactilares.

Juliana Bastos, profesora de derecho constitucional de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo (Brasil), detalló que “en la identificación biométrica las huellas dactilares aseguran que una persona sea registrada una sola vez en la base de datos de la justicia electoral y posterior a este registro, las urnas biométricas se cargan con las huellas dactilares de los electores en cada mesa”, lo que evita cualquier fraude relacionado con la identidad.

Conocidas las experiencias de identificación biométrica, Larissa Herrera, experta en transformación digital de Smartmatic, enumeró varias ventajas sobre el uso de esta tecnología. Herrera explicó que la biometría facilita el proceso de identificación, simplifica la gestión del voto obligatorio, permite a la comisión electoral tener cierto control sobre el proceso electoral en tiempo real y eleva las garantías electorales.

Otro punto a favor de la adopción es que la evolución de la tecnología ha reducido los costos de implementación. Actualmente existen dispositivos pequeños y multifuncionales con baterías que duran toda la elección, por un precio accesible.

De esta forma, los expertos concluyen que la biometría permite superar fallas e irregularidades a la hora de votar que deben ser considerados por todos los países que buscan modernizar sus sistemas. Recomiendan que al igual que para la aplicación de otras tecnologías, en la implementación de la biometría también sea imprescindible realizar pruebas, campañas de información y capacitación, así como la adecuación de sus características a las necesidades de cada país.